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Como bien dice el dicho, “más vale prevenir que curar”. Por lo tanto, la mejor manera de cuidarnos es con una buena prevención, gracias a la cual nos anticiparemos a problemas graves de salud como pueden ser la aparición de un cáncer o de enfermedades cardiovasculares.
¿Sabes cómo puedes cuidar tu salud antes de que aparezca la enfermedad? Te contamos por qué un seguro de salud es tu mejor aliado. Porque cuidar la salud no consiste únicamente en ir al médico cuando aparece la enfermedad o al apreciar los primeros síntomas. Se trata de evitar los factores de riesgo y aumentar la protección.
¿Qué hay que tener en cuenta para contratar un seguro?
Comprueba en nuestro comparador de seguros de salud cuál es el mejor seguro de vida según tus condiciones actuales. Lo mejor es que escojas una compañía aseguradora que cubra las pruebas y revisiones pertinentes para asegurarte que estás en las mejores manos. Son las mejores armas de las mutuas aseguradoras para proteger a sus asegurados.
Algunos seguros de salud incluyen acciones preventivas para reducir las probabilidades de contraer una enfermedad o dolencia. Una de estas acciones son las revisiones periódicas, fundamentales para conocer el estado de salud y los hábitos de vida actuales, así como detectar a tiempo posibles problemas para poder tratarlos a tiempo y evitar las complicaciones que puedan derivarse.
En estas revisiones se realiza una exploración general y algunas pruebas médicas como analíticas de sangre y orina, medición de la presión arterial y de la capacidad pulmonar, evaluación del riesgo cardiovascular, radiografía de tórax y otras, en función de la edad del asegurado.
Las revisiones más habituales son:
· Pediatría: controles periódicos para la valoración del crecimiento y del desarrollo infantil, así como la adquisición de buenos hábitos.
· Ginecología: revisión anual para la prevención del cáncer de mama o del aparato genital, así como para el diagnóstico precoz de otras afecciones que, si se detectan a tiempo, se pueden curar.
· Urología: exploración anual para la prevención del cáncer de próstata, vejiga o testículo y para detectar otras patologías como hiperplasia benigna o disfunción eréctil.
· Cardiología: reconocimientos para prevenir el riesgo coronario e identificar factores de riesgo como diabetes, hipertensión o colesterol.
· Planificación familiar: ligadura de trompas, vasectomía, implantación del DIU (aunque es posible que el dispositivo no esté incluido en la cuota), etc.
Dado que no todas las compañías aseguradoras ofrecen las mismas condiciones y prestaciones en cuanto a medicina preventiva, antes de contratar un seguro es recomendable comprobar qué opciones incluye la póliza para las diferentes especialidades médicas.
Así pues, es recomendable contratar un seguro de salud como prevención de enfermedades, no pensando que en algún momento vamos a necesitar atención médica. Y, al hacerlo, siempre debemos tener en cuenta nuestras circunstancias particulares en cada momento de la vida.
Si tienes dudas o deseas recibir más información sin ningún compromiso, rellena este formulario y uno de nuestros asesores especialistas contactará contigo y te ayudará a encontrar el seguro médico que mejor se adapte a tus necesidades.